La ocho veces centenaria Universidad de Salamanca puede presumir también de ser pionera en España en adaptar su actividad docente diaria e patologías y trastornos que, hasta hace unas pocas décadas, generaban poca atención en los debates científicos. Éste es el caso del síndrome de Asperger, que merece una atención prioritaria de la Usal, tal como queda patente en el curso sobre habilidades prácticas para la vida cotidiana y la transición a la vida adulta, orientado precisamente a familiares y personas con autismo de alto funcionamiento o, lo que es lo mismo, el síndrome de Asperger. La décima edición de este curso fue clausurada ayer en la Facultad de Educación por el rector de la Universidad, Daniel Hernández Ruipérez. También asistió al acto el vicerrector de Promoción y Coordinación, José Ángel Domínguez.
Asistieron un total de 31 personas para esta décima edición. El rector ha afirmado que la Usal ha sido un gran apoyo para los alumnos con Asperger, siendo capaces de realizar cualquier actividad de un alumno normal, e interactuando con otros alumnos.
El curso clausurado ayer en la Facultad de Educación ha buscado sus destinatarios entre los familiares, los tutores y las personas mayores de 16 años con síndrome de Asperger, con el fin primordial de contribuir al desarrollo de conceptos y habilidades importantes para su integración, así como el acceso a los recursos económicos en la edad adulta. Para articular y dar forma a este singular curso, han trabajado codo a codo diferentes entidades, como son los casos de la Junta de Castilla y León, la Fundación Ángel Riviere, la asociación Asperger de Salamanca el grupo de investigación Infoautismo y el ya citado Inico.
jueves, 10 de julio de 2014
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