La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a un total de 32 años y medio de prisión a una banda narcotraficantes británicos que controlaron el mercado de drogas de diseño durante el verano de 2011 en la localidad de San Antonio, en la isla de Ibiza.
Entre ellos se encontraba Christopher John, un joven de 25 años y con Síndrome de Asperger, que seguía las instrucciones de su hermano mayor, Nicholas Edward, de 27 años, responsable de introducir la droga en la isla, en su mayoría éxtasis.
Cuando Nicholas estaba fuera de la isla, Christopher era el que se encargaba de sus tareas, que consistían en mantener la droga escondida en una zona boscosa de la localidad de Santa Inés, e ir entregándosela a terceros para que las distribuyeran por las zonas de ocio de la isla.
Su hermano le llamaba con frecuencia para ver cómo iba el negocio de los "cereales", que era como denominaban a la droga, de acuerdo con las conversaciones intervenidas por el Equipo de Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil. En ellas también pudo escucharse cómo su hermano le recriminaba en ocasiones su forma de actuar, y que si seguía así acabarían descubriéndolos, como así fue finalmente.
La defensa de Christopher pidió eximente incompleta de enajenación mental, pero el informe del psiquiatra, de acuerdo con la sentencia, no explicaba de qué forma el Síndrome de Asperger pudo tener una influencia decisiva en su comportamiento, así es que concluyó que no se apreciaba que afectara a sus actuaciones delictivas.
La Audiencia Provincial le ha condenado a seis años y un día de prisión, mientras que su hermano deberá cumplir siete y medio.
miércoles, 5 de febrero de 2014
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