martes, 27 de abril de 2010

¿El Asperger, el síndrome del sabio y del talento?

Una persona con el síndrome de Asperger puede, por ejemplo, encontrarse obsesionado por la astronomía, por los dinosaurios, otro con la construcción de maquetas, por los medios de transporte (por ejemplo los trenes) y las computadoras, tal vez debido a los aspectos de la física, lógica, etc.
A menudo tienen una memoria extraordinaria. La mayoría es ambidextro, Ve y recuerda detalles de cosas que otras personas no ven. Quizá lo mas sorprendente es que son propensos a desarrollar un extraordinario talento musical porque poseen un oído más sensible, aunque es la minoría de las personas con Síndrome de Asperger que desarrolla estas cualidades. Uno de estos talentos que vamos a conocer en este blog es el virtuoso del piano Glenn Gould.

Nacido en Canadá en 1932 y fallecido en 1982pertenencio a ese selecto grupo de virtuosos del piano que han pasado a la historia por su extraordinario talento interpretativo. Y es que Gould se desmarcó por completo de las corrientes musicales y filosofías interpretativas que imperaron en Europa y en gran parte del panorama musical mundial hasta su llegada a la salas de conciertos.
Nadie podía sospechar que aquel niño marcaría un estilo y una época que, aún hoy, tiene repercusiones dentro de la comunidad musical. Nacido y criado en una familia de músicos, el niño Glenn pronto se convirtió en un verdadero prodigio del teclado. Para su padre, un violinista aficionado, era evidente que su hijo era algo fuera de lo común. Su esposa comenzó a impartirle las primeras lecciones de solfeo en la casa, lugar en el que Glenn comenzó a tocar sus primeras notas al piano. A los tres años ya daba muestras de unas aptitudes excepcionales para la Música, y su madre decidió asumir la educación musical del niño. Ofreció su primer concierto con tan sólo seis años en su ciudad natal. Era el comienzo de una deslumbrante trayectoria musical que le llevaría a lo más alto.
Ingreso al Conservatorio Real de Música de Toronto a los 10 años, obteniendo su título en 1946. Gozó así mismo de gran reputación musical en su país como adolescente. Debutó formalmente a los 14 años, con el concierto para piano No 4 de Beethoven.
Glenn Gould comenzó su carrera como virtuoso requerido en todas partes, pero la abandonó para recluirse en sus estudios de grabación en 1964, a los 31 años. Una característica que demarco a Glenn de los demás virtuosos del piano, y lo más irritante para el oyente, es que tenía un vicio incorregible: cantar a la vez que tocaba, de forma que a pesar de los esfuerzos de los ingenieros de sonido, todos sus discos están desfigurados o realzados por su voz y por unos murmullos que apenas tienen relación con la música que está tocando.
Excéntrico y encantador, se presentaba a los conciertos con mitones, abrigo, bufanda independientemente del calor que hiciera, con una desvencijada silla de madera con respaldo y casi sin asiento, con las patas recortadas que hacía que le quedara la nariz a la altura del teclado. Dotado naturalmente de una técnica sorprendente, sus grabaciones son un referente musical para todo músico.
20 años después de su muerte, exámenes científicos le diagnosticaron el síndrome de Asperger.

1 comentario:

  1. Excentricidades que se evidencian en varios aspectos de la vida de un Aspergiano. Pero es genial!! una historia para recordar y admirar.

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